El pasado 5 de Noviembre se lanzó a nivel mundial la colección cápsula de Balmain para H&M. Todos los medios de comunicación se hicieron eco del evento y el mundo del cine, tele y la moda se «Balmainizaron». Os contaré mi experiencia personal, que muchos de mi entorno tacharon de «locura». Y es que por Balmain, ¡¡¡lo que haga falta!!!
5 de Noviembre, 03:30 de la mañana. H&M en Avenida Diagonal de Barcelona. Era la primera vez en mi vida que hacía cola para algo (ni siquiera para comprar entradas de un concierto) a esas horas tan intempestivas de la mañana. Pero me habían advertido que o se iba super pronto o luego ya no quedaba nada. Y es que para estas colecciones cápsula la profundidad del stock es super limitado (sólo una talla por modelo) y o entras en el primer grupo de 20 personas o tienes pocas probabilidades de encontrar lo que buscas.
Así que allí estaba yo, de madrugada delante de la tienda que no abrirían hasta las 10 de la mañana. Por delante mío ya habían otras 15 personas (esto me aseguraba que entraba en el primer turno a la tienda con lo que tenía muchas opciones de encontrar lo que quería). Enseguida te pones a hablar con la gente, ya que poco más tienes que hacer, y la verdad es que es una experiencia muy interesante, incluso llegas a «hacerte amigos». Sobre las 8 de la mañana el personal de H&M nos ofreció café o té para que la espera fuera algo más llevadera.
Y a las 10:00 por fin abren las puertas y nos dejan pasar, tras ponernos la pulsera acreditativa, al primer grupo, todo con mucha tranquilidad y sin empujones ni nada por el estilo. Nos dan 10 minutos para seleccionar las prendas que queremos, una vez pasado este tiempo ya no hay posibilidad de volver a esa zona a cambiar o coger algo adicional.
Yo tenía tres objetivos muy concretos: un abrigo negro estilo marinero con botonadura dorada, un anillo y un top «muy Balmain» en color azul y que había sido una de las piezas más icónicas durante toda la campaña publicitaria de la colección.
Igual os preguntáis, ¿y toda esa cola para eso? Pues si, a mi me compensó toda la experiencia y ahora, cada vez que me pongo alguna de esas prendas, me acuerdo de toda esta historia y lo volvería a repetir. El diseño es super bonito y estoy encantada.
Hoy me quiero centrar en el abrigo, que era realmente mi primer objetivo. Es una pieza clásica que nunca pasa de moda; el típico chaquetón estilo marinero cruzado y con botones dorados. ¡¡¡Me chifla!!!
Aquí tenéis algunos looks de inspiración.
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